POR EL CANTO CON CAJA

Adriana de Blasis

Investigadora en folklore

El grupo de canto colectivo Las Chicharras promovió el 10 de mayo de este año el 1° Encuentro de Canto con Caja en Villa Elisa, La Plata, un evento en el cual las y los participantes superaron las expectativas de la organización y del público que se acercó a acompañar y disfrutar de la jornada.  

Cabe aclarar que no somos cantoras originarias, no crecimos con ese patrimonio sonoro ni con el paisaje, trabajo y cosmovisión que le da origen; somos copleras urbanas que elegimos cantar coplas y tenemos un profundo reconocimiento por la belleza y vigencia con la que las cantoras, protagonistas no exclusivas pero mayoritarias, han sabido resguardar este canto ancestral.

Nuestra región bonaerense carecía de un espacio para el aprendizaje y difusión del canto con caja, hasta que en 2018 comencé a coordinar un taller con ese propósito, considerando las especies musicales que lo constituyen –tonada, vidala y baguala−, y la cosmovisión de la región del NOA en la cual mantienen vigencia sus expresiones.

Luego del Bagualazo de diciembre de 2024, encuentro urbano de cantores y cantoras con caja que realiza el Espacio Leda Valladares en el Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti de la ciudad de Buenos Aires, volvimos a nuestro pueblo en tren cantando el repertorio y el cancionero popular que nos había acompañado en la juventud.

El canto y el diálogo en comunidad generan, además de alegría, momentos potentes de análisis de la realidad e intercambio de ideas y saberes. Estas cuestiones me animaron a retomar la idea que había propuesto años anteriores con poco consenso, hacer un encuentro de copleras/os en Villa Elisa. Como suele suceder, el fruto sólo cae cuando está maduro y esta vez lo estuvo. Nos pusimos a trabajar para lograrlo.

La idea es un espacio de encuentro que dispute la cultura hegemónica de los medios de comunicación, las redes y quienes detentan el poder en nuestro país. En esa dirección comenzamos a caminar, contraponiendo individualismo vs. comunidad, cultura nacional vs. su ninguneo y desfinanciamiento. Pusimos en marcha las herramientas que teníamos y las que aprendimos en el transcurso de la organización del evento. Pusimos en diálogo la teoría y la práctica, tratando de bucear en el sentido de una manifestación folklórica con fuerte carácter identitario, cuya vigencia es resultado de las estrategias de resguardo y difusión que cantoras y cantores del NOA realizaron principalmente a través de la transmisión oral.

Optamos denominar esta realización como Encuentro y no Festival, porque lo que deseábamos no era el paso de cada coplera o coplero demostrando sus habilidades personales, sino que todas las personas que concurrieran, cantantes y público, se sintieran partícipes activos.

Antes del inicio nos reunimos alrededor de una ofrenda y una integrante de nuestro grupo, perteneciente a la cultura kolla, protagonizó la ceremonia de llamado a los ancestros, para que estuvieran presentes y nos guiaran en un verdadero Encuentro que nos permita continuar en los próximos años.

Más de doscientas personas colmaron las instalaciones de la Casa de la Cultura de Villa Elisa, que junto a la Biblioteca Alejo Iglesias fueron instituciones que nos acompañaron activamente. Compañeras artistas plásticas integrantes de Las Chicharras armaron una importante exposición textil y de cartapesta, además de una ofrenda a Leda Valladares y a dos compañeras de nuestro pueblo que despedimos.

Estamos convencidas de que debemos promover estas manifestaciones artísticas populares de las distintas regiones del país como base para la construcción de una identidad más rica y completa. Teniendo en cuenta las creaciones, las estrategias de cuidado y resguardo del acervo cultural de nuestro pueblo: importantes herramientas para un pensamiento situado que sirva como trampolín, para que los proyectos educativos y culturales se realicen teniendo en cuenta los procesos históricos que tuvieron como protagonista al pueblo, aprendiendo de los errores y de los aciertos.

En el caso específico de este primer Encuentro, además de transferir conocimientos, las compañeras que se fueron integrando vivieron la posibilidad de cantar joyas musicales, gracias al encomiable trabajo de investigadoras como Isabel Aretz y Leda Valladares, entre otras. El camino que ellas siguieron es parte de la “batalla cultural” que debemos dar. Por eso, ya pensamos en el segundo Encuentro.

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