La tierra estaba volando
- FOLKLORE DE UNA
- hace 6 días
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Textos y pinturas de MIGUEL GARCÍA
Arquitecto, urbanista, artista plástico pampeano

Pintar La Pampa con su ritmo, su vigor luminoso, ondulaciones, calidez y sus personajes, me retrotrae a la infancia. En esa época La Pampa era puro viento y sequía. Los eucaliptus caían cerca de nuestra casa. Mi padre miraba el cielo buscando nubes que trajeran lluvia.
El espacio de la infancia era entre Castex y Lobocó, una estancia que hay entre Rucanelo y la Maruja, tierras del “Indio blanco” surcada de rastrilladas. Monte, médanos, loros, pumas, caballos, vacas y las anécdotas de los peones.
Esas imágenes van y vienen, se agrandan y diversifican, pero siempre me acompañan; y desde allí podés mirar el universo.
…”qué es el trino que rasga las arenas dios sin manos manantial solísimo palo dulce de clavos amarillos caldén cetrino pellejo de chicharra beso de la lumbre ramas del relámpago el signo del antiguo la luz anaranjada que suena en mis oídos sobre los postes negros sobre el chañar rojizo y el loco cielerío polvo carbones encendidos ceniza voladora chispas de cuchillos…”
Juan Carlos Bustriazo Ortiz, del libro Endecha última boca, 1969.

El hombre o mujer de la llanura tiene esa mirada larga. En La Pampa el monte de caldén, médanos, lagunas, salitrales y lejanías nos identifican. Aun viviendo en los poblados, hay cercanía con la naturaleza y su energía.
Pintar la pampa y sus personajes es una invitación al rescate de nuestra mirada, nuestro modo del “estar americano”. Incorporar una experiencia humana de 8.600 años en los restos del antiguo cazador de Casa de Piedra, cosmovisión milenaria, desde los remotos habitantes de la Cultura del guanaco a los indomables ranqueles del monte de caldén..

Lejos del concepto de la tierra sin alma con el que se justificó la usurpación. La Mapu y su valor cultural. Trasladar esta visión, el señalamiento del espacio indígena, la construcción de enterratorios ranqueles, el relevamiento y propuestas para las tipologías de vivienda milenaria de los puesteros en Chos Malal al sur de la Humada, de las represas mapuches del Cerro de los Viejos, los dibujos rupestres, etc.

El rescate histórico: sitios y parajes rurales, personajes que nos definen. Un mandato de poner en evidencia qué somos, dónde vivimos y quiénes fueron algunos de nuestros hombres y mujeres referenciales por distintos motivos. De hecho representan vivos sentimientos en distintos sectores populares: Vairoleto, Ricardo Nervi, Calfucurá, Pincén, Bustriazo Ortiz, el Bardino Julio Domínguez, etc.

A su vez, las sensaciones de la infancia, las vivencias cotidianas afloran y nos cubren con su luz.
Patria Baya, la luz se filtra por los arenales, salitrales y acompaña al viento.
La lejanía en la pampa, los colores de la atmósfera, el monte, los páramos, los jarillares del oeste...

La falta de agua, el rio robado, despojo y soledad. El irredento oeste pampeano, lugar de mayor porcentaje de descendientes ranqueles y criollos del primer poblamiento.

El Arroyo de la Barda






















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